María, la madre siempre amorosa, mostró su dolor. Por San Juan Pablo II

 19 de septiembre/ Memoria de Nuestra Señora de La Salette 

"En este lugar, María, la madre siempre amorosa, mostró su dolor por el mal moral causado por la humanidad. Sus lágrimas nos ayudan a entender la gravedad del pecado y del rechazo a Dios, mientras que manifiestan al mismo tiempo la apasionante fidelidad que su Hijo mantiene para con cada persona, aunque su amor redentivo está marcado con las heridas de la traición y abandono de los hombres".

 

Palabras de San Juan Pablo II

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