Por nosotros mismos no somos más que nada. Por Santa Isabel de la Trinidad

"Por nosotros mismos no somos más que nada y pecado, pero Él, Él es el solo Santo, y Él habita en nosotros con el objeto de salvarnos, para purificarnos, para transformarnos en Él. ¿Se acuerda de este hermoso reto del Apóstol: “¿Quién me apartará de la caridad de Cristo? “¡Ay! Es que Pablo había sondeado el Corazón de su Maestro, sabía qué tesoros de misericordia estaban encerrados en él, y en el impulso de su confianza exclamaba: 'Me glorío en mis debilidades, porque cuando soy débil la fuerza de Jesucristo habita en mí".

 Santa Isabel de la Trinidad. Carta 252.

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