20 de agosto/ Memoria de San Bernardo de Claraval
El que se apoya en quien todo lo
puede ¿no lo podrá todo? ¡Qué confianza la de aquel grito: Todo lo puedo en
aquel que me conforta! Nunca se esclarece tanto la omnipotencia del Verbo como
cuando hace omnipotentes a los que confían en él. Además todo es posible para
el que tiene fe. ¿O no es todopoderoso el que lo puede todo? Por lo tanto, el
espíritu que no presume de sí mismo y se conforta en el Verbo, podrá también
enseñorearse de sí para que no lo domine injusticia alguna. Lo repito, quien se
apoya en el Verbo y se reviste de la fuerza de lo alto, no podrá ser derribado
si está en pie (...)