Mi amado es para mi y yo soy para mi amado. Por Santa Teresa de Jesús

26 de agosto/ Transverberación de Santa Teresa de Jesús 

 Ya toda me entregué y dí, 
y de tal suerte he trocado, 
que mi Amado es para mí 
y yo soy para mi Amado. 

 Cuando el dulce Cazador 
me tiró y dejó herida,
 en los brazos del amor 
mi alma quedó rendida; 
y, cobrando nueva vida, 
de tal manera he trocado, 
que mi Amado es para mí 
y yo soy para mi Amado. 

 Hirióme con una flecha 
enherbolada de amor, 
y mi alma quedó hecha 
una con su Criador; 
Ya yo no quiero otro amor, 
pues a mi Dios me he entregado,
 y mi Amado es para mí 
y yo soy para mi Amado.