(Fundadora de la Orden de la visitación junto a San Francisco de Sales)
"Dios quiere nuestro corazón. Nuestra inutilidad e impotencia le agradan más cuando las aceptamos por el amor y reverencia que tenemos a su voluntad santísima, que cuando por nuestro gusto nos mortificamos y hacemos grandes austeridades. Vos sabéis que el más alto grado de perfección es estar como Dios quiere que estemos (…)".