Nuestra verdadera vida, nuestra verdadera patria. Por San Juan de Kronstadt

Los mejores instantes que pasamos en la tierra son aquellos en que sentimos las cosas celestiales, cuando reconocemos y contemplamos la verdad de los bienes celestiales. Sólo entonces vivimos verdaderamente. Por eso los intereses esenciales del alma exigen que nosotros nos elevemos lo más a menudo posible por encima de la tierra, hacia el cielo, donde está nuestra verdadera vida, nuestra verdadera patria, que no tendrá fin.

Juan de Kronstadt. Sobre la oración.

Comentarios