María, la madre siempre amorosa, mostró su dolor. Por San Juan Pablo II


 19 de septiembre/ Nuestra Señora de la Salette

El 19 de septiembre de 1846, Nuestra Señora se aparece en la Salette (Francia) a dos pastores, Maximino Giraud y Melania Calvat.

"En este lugar (La Salette), María, la madre siempre amorosa, mostró su dolor por el mal moral causado por la humanidad. Sus lágrimas nos ayudan a entender la gravedad del pecado y del rechazo a Dios, mientras que manifiestan al mismo tiempo la apasionante fidelidad que su Hijo mantiene para con cada persona, aunque su amor redentivo está marcado con las heridas de la traición y abandono de los hombres".

Juan Pablo II




Oración

Recuerda, Nuestra Señora de la Salette, verdadera Madre de la aflicción, las lágrimas que derramaste por mí en el Calvario; no te olvides tampoco del continuo cuidado que has tenido para protegerme de la justicia de Dios; y considera si puedes ahora abandonar a tu hijo, por quien has hecho tanto. Inspirado por este consolador pensamiento, vengo a postrarme a tus pies, a pesar de mi infidelidad e ingratitud. 

No rehúses mis ruegos, Oh Virgen de reconciliación, conviérteme, obtened para mí la gracia de amar a Jesucristo sobre todas las cosas y de consolarte a ti también viviendo una vida santa, para que un día yo pueda verte en el Cielo. Amén.

Comentarios