Cuando el Espíritu establece su morada en un hombre. Por San Isaac el Sirio

«Cuando el Espíritu establece su morada en un hombre, no cesa de orar, porque el Espíritu quiere orar constantemente en él. Entonces la oración no se acaba en su alma ni durante el sueño ni cuando está despierto; pero cuando coma y cuando beba, cuando esté acostado o cuando no haga ningún trabajo, incluso cuando esté inmerso en el sueño, los perfumes de la oración exhalarán espontáneamente en su corazón.»

Fuente: Isaac el Sirio, citado en: Kallistos Ware. El silencio en la oración. El significado de la Hesiquía. Cuaderno 2. © Framonpaz, 2007.

Comentarios