Letanías de la humildad. Por el Cardenal Merry del Val.

Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón parecido al tuyo.
Del deseo de ser alabado, líbrame, Señor
del deseo de ser honrado, líbrame, Señor
del deseo de ser aplaudido, líbrame, Señor
del deseo de ser preferido a otros, líbrame, Señor
del deseo de ser consultado, líbrame, Señor
del deseo de ser aceptado, líbrame, Señor
del temor a ser humillado, líbrame, Señor
del temor a ser despreciado, líbrame, Señor
del temor a ser reprendido, líbrame, Señor
del temor a ser calumniado, líbrame, Señor
del temor a ser olvidado, líbrame, Señor
del temor a ser ridiculizado, líbrame, Señor
del temor a ser injuriado, líbrame, Señor
del temor a ser rechazado, líbrame, Señor
Concédeme, Señor, el deseo de…
que otros sean más amados que yo,
que otros sean más estimados que yo,
que otros crezcan susciten mejor opinión de la gente y yo disminuya,
que otros sean alabados y de mí no se haga caso,
que otros sean empleados en cargos y a mí se me juzgue inútil,
que otros sean preferidos a mí en todo,
que los demás sean más santos que yo con tal que yo sea todo lo santo que pueda.
De ser desconocido y pobre, Señor, me alegraré,
De estar desprovisto de perfecciones naturales de cuerpo y de espíritu, Señor, me alegraré.
De que no se piense en mí, Señor, me alegraré
De que se me ocupe en los empleos más bajos, Señor, me alegraré.
De que ni se dignen usarme, Señor, me alegraré.
De que no se me pida mi opinión, Señor, me alegraré.
De que se me deje el último lugar, Señor, me alegraré.
De que no me hagan cumplidos, Señor, me alegraré.
De que me reprueben a tiempo y a destiempo, Señor, me alegraré.
Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia. porque suyo es el Reino de los Cielos.
Oración:
 Dios mío, no soy más que polvo y ceniza. Reprime los movimientos de orgullo que se elevan en mi alma. Enséñame a despreciarme a mí mismo, Vos que resistís a los soberbios y que dais vuestra gracia a los humildes. Por Jesús, manso y humilde de Corazón. Amén.

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