El estandarte de la cruz debajo del cual debemos militar. Por el Cura Brochero

16 de marzo/ Fiesta litúrgica de San José Gabriel del Rosario Brochero

"Mis amados: todos estamos actualmente de viaje para la eternidad. Todas las horas damos un paso más hacia la eternidad. El camino es desconocido, está lleno de peligros y asechanzas. Dos guías, dos conductores se nos ofrecen: Jesucristo y Lucifer.. Jesús, Hijo Unigénito del Padre... Jesús, santidad por esencia. Jesús que nos ama en extremo. Jesús que no busca sino nuestra felicidad. ¡Oh y qué segura es esta guía!. La segunda es Lucifer. Lucifer, el mayor enemigo de Dios. Lucifer, espíritu condenado. Lucifer, que nos aborrece en extremo. Lucifer, que no busca otra cosa que nuestra eterna condenación. 
¿A cuál de los dos queréis seguir mis amados? Y qué ¿Habréis perdido el juicio para abandonar a Jesús y seguir a Lucifer? ¿Os aborrecéis tanto para abandonar al conductor del cielo por seguir al conductor que lleva al infierno? ¿Ah, no hagáis tal cosa, mis amados. Por el contrario, seguid a Jesucristo hasta la muerte, y alistaos bajo de su bandera, por él, el camino que conduce con seguridad al Padre, la verdad que descubre todos los engaños y asechanzas de Lucifer, y la vida donde se encuentra la bienaventuranza eterna." (...)
"Es verdad mis amados que [Jesucristo] nos muestra el estandarte de la cruz, bajo el cual debemos militar, pero justamente nos avisa que en la cruz está nuestra salud y nuestra vida; que en la cruz está la defensa de nuestros enemigos y la gracia de las consolaciones celestiales; que en la cruz se halla la fortaleza del corazón, el gozo del espíritu, la perfección de las virtudes y de la bienaventuranza de la esperanza eterna"
Es verdad que Jesucristo impone a sus soldados leyes al parecer muy duras "Adneget semetipsum, tollat crucem suam et sequatur me". Porque "el negarse a sí mismo", importa una renuncia completa de todos los placeres del sentido, un abandono de las riquezas superfluas, y un desprecio de los vanos honores. Pero el "tomar la cruz" es una preparación de ánimo para tolerar las cosas contrarias al  genio de la naturaleza, tales son: la penitencia, la mortificación del cuerpo, la pobreza de espíritu y la humildad de corazón, cosas todas que se oponen directamente a los tres genios de apetitos que sugiere Lucifer"
Fuente: Conferencia Episcopal Argentina, El Cura Brochero cartas y sermones, Buenos Aires, 1999. pp 60.67.

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