Al aparecer en la Gruta de
Lourdes te complaciste en hacer de él un santuario privilegiado desde dónde
dispensas tus favores y donde ya muchos han obtenido la cura para sus
enfermedades, tanto espirituales como físicas. Acudimos por tanto, con la más
ilimitada confianza a implorar tu maternal intercesión. Consigue para nosotros,
Oh Madre adorada, que nuestra petición sea concedida. Por medio del
agradecimiento por tus favores, nos esforzaremos en imitar tus virtudes para
así un día poder compartir tu gloria.
Oh Señora de Lourdes, Madre de
Cristo, tu que tuviste influencia con tu divino hijo mientras permaneciste
sobre la tierra tienes ahora la misma influencia en el cielo. Ruega por
nosotros y obtén para nosotros de tu divino Hijo nuestras especiales peticiones
si esa es la Voluntad de Dios. Amén.
Nuestra Señora de Lourdes, ruega
por nosotros.
Santa Bernadette, ruega por
nosotros.
Comentarios
Publicar un comentario