Tal es la actitud de los discípulos de Dios. Por Isabel de la Trinidad..

"Este vivir sumergida en humildad es vivir sumergidos en Dios, porque Dios es el fondo de ese abismo. He aquí por qué la humildad, lo mismo que la caridad, es capaz de crecer siempre. Puesto que ese fondo de humildad es un vaso necesario, vaso donde el Señor quiere derramar su gracia y único capaz de recibirla, seamos humildes. Jamás el humilde colocará a Dios lo suficientemente alto, ni  a sí mismo lo suficientemente bajo.
Mas he aquí la maravilla: su impotencia se trocará en sabiduría, y la poquedad de su acto, siempre deficiente a sus propios ojos, se convertirá  en el gusto más sabroso de su vida. Quien posee un fondo de humildad no tiene necesidad de muchas palabras para instruirse. Dios le comunica más cosas que las que se le podrían enseñar. Tal es la actitud de los discípulos de Dios"

Santa Isabel de la Trinidad, ¿Como se puede hallar el cielo en la tierra?, N 36.

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