"Piensa en la aceptación de Jesús en el Monte de los Olivos y cuánto le costó, llevándolo a sudar gotas de sangre. Repite este gesto cuando las cosas te van bien y también cuando te van mal. No te inquietes ni preocupes por el modo en que lo realizarás. Sabemos que naturalmente nos alejamos de la cruz cuando las cosas son difíciles, pero no podemos decir que el espíritu no se adhiere a la voluntad de Dios cuando lo vemos cargar esa voluntad a pesar de la fuerte resistencia que siente por ir en la dirección opuesta.
Si tu voluntad no quiere rebelarse, aunque le cueste, debes estar segura de que, en cierto modo, has aceptado la voluntad de Dios".
Fuente: Carta a Raffaelina Cerase del 30 de enero de 1915.
Fuente: Carta a Raffaelina Cerase del 30 de enero de 1915.
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