Señor, Señor, tened piedad y misericordia de mí. Ni soy mayor ni menor en tu presencia, porque esté aquí o allí, vista de un modo o de otro... Los hombres somos muy infantiles y jugamos como niños... Ponemos nuestra ilusión en cosas [que] hacen reír a los ángeles. Señor, dame tu santo temor, llena mi corazón de tu amor y lo demás... Vanitas vanitatum.
Cada vez espero menos en los hombres... ¡qué gran misericordia la de Dios! Él suple con creces lo que ellos no me dan.
Voy viendo con suma claridad que quien pone los ojos en la tierra y en las criaturas, pierde su tiempo... Sólo Jesús llena el corazón y el alma.
Fuente; San Rafael Arnaiz. 17 de abril de 1938 - Domingo de Resurrección.
Fuente; San Rafael Arnaiz. 17 de abril de 1938 - Domingo de Resurrección.
Gracias por recordarnos que solo debemos esperar en el Señor.
ResponderBorrarTus palabras llegaron a mi corazón en un momento dificil, donde tengo que lidiar con muchos problemas, y fueron de gran consuelo.
Pongo mi corazón en el Señor... El es mi Refugio y mi Salvación.
Un abrazo fraterno, en Cristo y María.
Querida Edit;
ResponderBorrarMe alegró profundamente que estas palabras del Hno Rafael te hayan resultados consoladoras.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo fraterno en Cristo,