"Si tú te das a la oración...." por Santa Teresa de Los Andes

Si tú te das a la oración, conseguirás que Dios se te manifieste y te enamores de El. En la oración nuestra alma lo busca, y si es con ansias de conocerlo y de amarlo, Jesús levanta un tanto el velo que lo encubre y muestra su divina Faz radiante de hermosura y suavidad. Otras veces abre la herida de su Corazón, y nos señala los tesoros de sus infinitas bondades y de su amor. Y otras veces deja oír su dulce voz que deja al alma desecha en amor y arrepentimiento (....)
Amemos al Amor eterno, al Amor infinito, inmutable. Amemos locamente a Dios, ya que El en su eternidad nos amó. Sin necesidad de nosotros nos creó. Toda la obra de su poder fue dirigida para el hombre. Todo lo puso a disposición de nosotros. Continuamente nos sostiene y alimenta. Y para no separarse de nosotros en la eternidad, nos dio su Unigénito Hijo. Dios se hizo criatura. Padeció y murió por nosotros. Dios se hizo alimento de sus criaturas. ¿Has profundizado alguna vez esta locura infinita de su amor? Créeme, que siento mi alma desecha de gratitud y amor. Mi vida la paso contemplando esa Bondad incomprensible, y me duele el alma al ver que el Amor no es conocido. Me abismo en su grandeza, en su sabiduría. Pero cuando pienso en su Bondad, mi corazón no puede decir nada. Lo adoro......


Fuente: Santa Teresa de Los Andes. Carta 121 a Inés Salas Pereira, en : Obras Completas, Burgos, Editorial Monte Carmelo, 1995, pp. 561-562

Comentarios

  1. La inmensidad inconmensurable se nos da en la oración... cuando abrimos el alma El nos consuela y nos ama...
    Eso es lo más hermoso que puede experimentar el hombre.
    Gracias por compartir tanta sabiduría.
    Siempre aprendo algo más.
    Gracias por tu entrega y tu acercamiento a nosotros a través de este blog.
    Bendiciones

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  2. Edit;
    Gracias a vos por compartir tu cometario. Ciertamente que lo que se nos da en la oración, es lo más hermoso que podemos experimetar, aquí, en la tierra.
    Que Cristo nos muestre su Divina Faz es algo maravilloso. Pienso en Teresa de Lisieux cuando nos habla de los tesoros que esconde la Faz de Cristo.Que misterio..
    En comunión de oraciones,

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  3. !El amor no es amado!, decia San Francisco.
    Por lo que conosco a Santa Teresa de los andes, me sorprende su vida y su experiencia de Dios. Cono cer a Dios es el impulso del corazon, que late en cada segundo, gracias al Amor. El amor nos sostiene y nos conforta en cada momento de nuestra exiatencia.
    Sigan adelante con este blog muy bello.

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