Ama leer despacio. Por Dom Esteban Chevevière

Ama leer despacio, como un niño junto a su madre, las manos puestas sobre las rodillas de Dios con algún libro que hable “ex toto corde” de Él; de Jesús, de la Virgen, de tu alma, acechando la frase, la palabra que te dilatará en oración; ¡el instante del encuentro!
La Sagrada Escritura sea tu libro de cabecera. Es en ella donde serás iluminado por el Verbo. Es el alimento predilecto. Léela con corazón humilde –como comulgas- y con el mismo fin: encontrar a Dios. Paladéala; saboréala, versículo a versículo; Él se encuentra en una atmósfera de oración. Cada palabra dictada por Dios está llena de Él. Adora-Lo, bajo la letra. Gustarás la embriaguez de esta comunión con la Luz, con el Verbo que Dios ha proferido en el tiempo, con palabras de resonancias eternas. Es ahí donde adquirirás la ciencia de los santos, siendo la otra tan poca cosa.

Fuente: Dom Esteban Chevevière. Extraído de "Las puertas del silencio" Escritos Cartujanos.

Comentarios

  1. Bellisimo texto.
    Orienta e inflama.
    Gracias.

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  2. Vaya que es cierto!
    La lectura cuidadosa, lenta, meditada de la Biblia nos lleva a comprender muchas cosas y relacionar información de sus libros y sus capítulos, porque sus enseñanzas se encuentran de principio a fin cumplidas en los cuatro evangelios que nos narran la vida de Jesús, sin duda que la mano de Dios se lució escribiendo libro tan maravilloso, pero no solo eso, sino que gracias a estas palabras podemos ir hacia el Padre celestial.

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  3. Si, y tanto. Esa lectura no debe hacerse desde la Mente racional ni la personalidad...debe hacerse desde el CORAZON...DESCENDIENDO ESA MENTE HASTA ALLI y abrirnos en una actitud entregada, desprendida , desapegada de todo lo posible...y receptiva a ÉL Y AL ESPIRITU EN EL HIJO. De acuerdo con vosotros, EDUARD´.

    DEJÉMONOS LLENAR Y ABRAZAR POR ÉL A TRAVES DE SU PALABRA.

    Carmen
    concienciaprimordial.blogspot.com

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  4. Es por esto que los santos se deleitaban en las Sagradas Escrituras. Santa Teresa del Niño Jesús se refería al Evangelio llamándolo "Libro de oro".

    En comunión de oraciones con todos Uds.

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