Consagración a Nuestra Señora de La Salette

 

Consagración a Nuestra Señora de La Salette

Santísima Madre, Nuestra Señora de La Salette, que por amor a mí derramaste lágrimas tan amargas en tu aparición misericordiosa, mírame con bondad, mientras me consagro a ti sin reservas. Desde hoy, mi gloria será saber que soy tu hijo. Que viva para secar tus lágrimas y consolar tu afligido corazón. Amada Madre, a ti y a tu bendita carga y a tu sagrada custodia y al seno de tu misericordia, por este día y por cada día, y por la hora de mi muerte, me encomiendo, en cuerpo y alma, toda esperanza y toda alegría, toda angustia y toda pena, mi vida y el fin de mi vida. Oh querida Madre, ilumíname con la comprensión, dirige mis pasos, consuélame con tu protección maternal, para que, exento de todo error, al abrigo de todo peligro de pecado, pueda, con ardor y coraje invencible, caminar por las sendas trazadas para mí por ti y por tu Hijo. Amén

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