"Durante la oración, cree
siempre firmemente y recuerda que todos tus pensamientos, todas tus palabras,
pueden, sin duda, convertirse en actos. “Porque ninguna palabra será imposible
a Dios”. “Pero aquel que está unido al Señor es un espíritu”. Esto significa
que tampoco las palabras habrán sido pronunciadas en vano. “Todo es posible al
que cree”. Presta atención a tus palabras; la palabra es preciosa. “De toda
palabra ociosa que el hombre pronuncie, dará cuenta en el día del Juicio”.
San Juan de Kronstadt. En
espiritualidad Rusa. Rialp.
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