La Santísima Trinidad no es un teorema inexplicable

 

✠ SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA 

El misterio de la unidad de Dios en la Trinidad de Personas es un océano sin orillas. Pero justamente éste es el misterio que se ha revelado en Cristo y ha sido confirmado por la meditación atenta y humilde de la Iglesia; es el sol de nuestra sabiduría; es el hilo de nuestra comunicación con el Dios único de la verdad y del amor; es la invitación a nuestra unión con el Dios inefable, nuestro Padre, nuestro Hermano en su Hijo, nuestro consolador e inspirador en el Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo. No es un teorema inútil e inexplicable.

San Pablo VI. Homilía 30 de mayo de 1999.

Comentarios