Juan tendía hacia el Señor con todo su ser. Ruperto de Deutz

"Juan no se contentaba de desempeñar exteriormente su papel de precursor. El guardaba en su corazón el vivo deseo de ver a su Señor a quien había reconocido en el bautismo. Sin duda alguna, Juan tendía hacia el Señor con todo su ser. Deseaba verlo de nuevo, porque ver a Jesús era la salvación para quien le confesaba, la gloria para quien lo anunciaba, la alegría para quien lo mostraba. Juan se tenía de pie, alerta por el deseo profundo de su corazón. Se mantenía de pie, esperaba a Cristo todavía disimulado en la sombra de su humildad.

Con Juan estaban dos de sus discípulos, de pie como su maestro, primicias de aquel pueblo preparado por el precursor, no por él mismo, sino por el Señor. Viendo a Jesús que pasaba, Juan dice. «Este es el Cordero de Dios!»"

Ruperto de Deutz. Comentario al Evangelio de San Juan.

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