Virgen bella, que de sol vestida,
coronada de estrellas, al sumo Sol
agradaste tanto, que en ti su luz ocultó;
amor me impulsa a decir de ti palabras;
mas no se comenzar sin tu ayuda,
y la de aquel que amando en ti se posó:
invoco aquella que bien siempre respondió,
a quien la llamó con fe.
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