"En Dios me siento lleno de
una esperanza casi infinita. Mis preocupaciones se disipan. Se las abandono. Yo
me abandono todo entero entre sus manos. Soy
de Él y Él tiene cuidado de todo, y de mí mismo."
San Alberto Hurtado. Reflexión
autobiográfica, noviembre de 1947
Comentarios
Publicar un comentario