"Solamente la fe que no termina del todo con esta existencia terrenal, nos da el poder de no encadenarnos a esta vida terrena; y por su causa no entrar en toda clase de bajeza, degradación y humillación. Solamente el hombre de fe profunda y sincera puede ser verdaderamente libre. La dependencia en el Señor Dios es la única dependencia que no degrada al hombre, ni lo convierte en un pobre sirviente; sino que, por el contrario, lo dignifica".
Fuente: Mártir Alexander Medem. Carta a su Hijo 1922.
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