Es necesario volver sobre la figura del Arcángel San Miguel. Por el P. Alfredo Sáenz

29 de septiembre/ Fiesta de los Arcángeles

Nuestra época, volcada toda ella a la praxis, se muere de asfixia por falta de contemplación. El demonio, al que no le resulta difícil esconder su identidad pasando de incógnito en este mundo que se cree “maduro”, lleva adelante su lucha subversiva contra todo lo que tenga que ver con el nombre de Dios. Más aún, al decir de Su Santidad Pablo VI, ha penetrado incluso en la misma Iglesia, por algunas de cuyas grietas se llega a percibir “el humo de Satanás”. Son tiempos en que el destino del mundo se juega a cara o cruz, tiempos apocalípticos.
Por eso nunca fue tan necesario como hoy volver sobre la figura del Arcángel San Miguel. Él es el Ángel de la contemplación y de la acción. El Ángel militante que luchó al comienzo de la historia y el que sigue combatiendo durante todo el transcurso del tiempo de la Iglesia, que no por nada es llamada “militante”. El Ángel que está junto a la cabecera de los moribundos, y al que aún aguarda una batalla final. El Ángel de nuestro tiempo convulsionado y poblado de demonios.

Fuente: Padre Sáenz, San Miguel Arcangel de Dios. Buenos Aires. Vórtice. 2015, 41 .

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