21 de agosto/ Memoria de San Pío X
"Es preciso reconocer que en estos últimos tiempos ha crecido, en
modo extraño, el número de los enemigos de la cruz de Cristo, los cuales, con
artes enteramente nuevas y llenas de perfidia, se esfuerzan por aniquilar las
energías vitales de la Iglesia, y hasta por destruir totalmente, si les fuera
posible, el reino de Jesucristo. Guardar silencio no es ya decoroso, si no
queremos aparecer infieles al más sacrosanto de nuestros deberes, y si la
bondad de que hasta aquí hemos hecho uso, con esperanza de enmienda, no ha de
ser censurada ya como un olvido de nuestro ministerio. Lo que sobre todo exige
de Nos que rompamos sin dilación el silencio es que hoy no es menester ya ir a
buscar los fabricantes de errores entre los enemigos declarados: se ocultan, y
ello es objeto de grandísimo dolor y angustia, en el seno y gremio mismo de la
Iglesia, siendo enemigos tanto más perjudiciales cuanto lo son menos
declarados".
Fuente; San Pío X, Encíclica Pascendi Dominici Gregis (8 de septiembre
de 1907)
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