Es difícil perseverar en gracia, a causa de la increíble corrupción del mundo. Corrupción tal que es prácticamente imposible que los corazones no se manchen, si no con su lodo, al menos con su polvo . Hasta el punto de que es una especie de milagro el que una persona se conserve en medio de este torrente impetuoso sin ser arrastrado por él, en medio de este mar tempestuoso sin anegarse o ser saqueada por los piratas y corsarios, en medio de esta
atmósfera viciada sin contagiarse.
Sólo la Virgen fiel, contra quien nada pudo la serpiente, hace este milagro en favor de aquellos que la sirven lo mejor que pueden.
Fuente: San Luis María Grignion de Monfort. Tratado de la Verdadera devoción a la Santísima Virgen. Pto 89
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