Jesús, la Sabiduría encarnada. San Luis María Grignion de Montfort

¡Oh cuán bella, dulce y cariñosa es la Sabiduría encarnada, Jesús! ¡Cuán bella en la eternidad, puesto que es el esplendor de su Padre, el espejo sin mancha y la imagen de su hondad, más radiante que el sol v más resplandeciente que la misma luz! ¡Cuán bella en el tiempo, puesto que ha sido formada por el Espíritu Santo pura, libre de pecado, y hermosa, sin la menor mancilla, puesto que durante su vida enamoró la mirada y el corazón de los hombres y es actualmente la gloria de los ángeles! ¡Cuán tierna y dulce es para con los hombres y especialmente para con los pobres pecadores, a los cuales vino a buscar visiblemente en el mundo y a los que sigue todavía buscando invisiblemente.

Fuente: San Luis María Grignion de Montfort. El amor de la sabiduría eterna.  Cap XI, pto 126.