Memoria de San Damián/ 10 de mayo. |
La mejor manera de conseguir que nuestra plegaria sea agradable a Dios es purificar la conciencia con la confesión y vivir siempre en el temor del Señor. Yo estoy expuesto a muchos peligros tanto del alma como del cuerpo; pero, sabiendo que no puedo hacer nada con mis propias fuerzas, pongo toda mi confianza en el Señor que me ha aceptado como su servidor y que me alimenta cada día con su cuerpo y con su sangre en la santa misa....
Fuente: San Damián de Veuster. Extracto de carta a sus padres, 12 de octubre de 1869.
Comentarios
Publicar un comentario