La sangre preciosa. Por Juliana de Norwich

La sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo es en verdad la más preciosa, la más inagotable. Mirad y ved el poder de esta preciosa abundancia de su preciosa sangre. Descendió a los infiernos y rompió sus cadenas, y liberó a todos aquellos que allí se encontraban y que pertenecían a la corte celestial. La preciosa abundancia de su preciosa sangre inunda toda la tierra, y está presta para lavar los pecados de todas las criaturas que son, han sido y serán de buena voluntad. La preciosa abundancia de su preciosa sangre ascendió al cielo en el cuerpo bendito de nuestro Señor Jesucristo, y allí entró a raudales, pidiendo al Padre por nosotros; así es y así será mientras tengamos necesidad de ello. Fluye a raudales por todo el cielo, regocijando en la salvación a toda la humanidad que allí se encuentra y se encontrará, hasta completar el número de los que faltan.

Fuente: Juliana de Norwich. Libro de Visiones y Revelaciones, Cuarta visión.

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