El divino Corazón de Jesús es un tesoro. Por San Juan Eudes

El divino Corazón de Jesús es un tesoro que encierra las riquezas todas del cielo y de la tierra, de la naturaleza y de la gracia, de la gloria, de los ángeles y santos, de la santa Virgen, de la divinidad, de la santa Trinidad, de todas las divinas perfecciones (...)
Además, este Corazón es precioso tesoro que contiene todos los méritos de la vida del Salvador, los frutos de sus divino misterios, todas las gracias que nos adquirió con sus trabajos y sufrimientos, todas las virtudes que practicó en grado infinitamente elevado, todos los dones del Espíritu Santo de los que fue colmado: Descansará sobre Él el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de entendimiento,etc. En una palabra, cuanto hay de grande, rico y admirable en el ser creado e increado, en el Creador y en las criaturas está encerrrado en ese tesoro incomparable.
Ahora bien, ¿para quién será tan maravilloso tesoro? Para nosotros todos y para cada uno, pues de nosotros depende entrar en posesión de él. ¿Por qué títulos  ese tesoro nos pertenece? Por el título y derecho de donación. ¿Quién nos lo ha dado? El Padre de Jesús nos lo ha concedido al entregarnos a su Hijo. Y nos lo da continuamente porque los dones de Dios son irrevocables.
Fuente: San Juan de Eudes. Los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Cap 12. Sevilla. Editorial Apostolado Mariano. 2012. pp 87-88.

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