El amor está entre nosotros como el que sirve. Por un monje de la Iglesia de oriente

Vengo a ti, hijo mío, en las pequeñas cosas, en los más humildes detalles. Cada uno de tus gestos puede convertirse en la expresión del amor sin límites.
Lavas un plato; lo enjuagas. Haz de esto un acto de amor para con todos los que han comido en ese plato, para todos los que comerán en él.
Una mujer de la limpieza sale de su casa. Acaba de colgar la ropa en la cuerda donde se secará.
Este simple gesto de servicio ¿no te recuerda nada? Esos dos brazos, extendidos un instante, note hacen pensar en los dos brazos que se levantaron en el bosque sagrado?
Todo se hace sagrado si tu amor lo transfigura.
El amor está entre nosotros como el que sirve.

Fuente: Un monje de la Iglesia de oriente. Amor sin límites. Madrid, Narcea, 1987. 57.

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