El Señor ama grandemente al pecador arrepentido. San Silvano del Monte Athos


El Señor ama grandemente al pecador arrepentido, y con misericordia lo abraza en su seno, diciendo: “¿Dónde estabas, hijo mío? He esperado mucho por ti.” El Señor llama a todos a sí mismo con la voz del Evangelio, y Su voz es escuchada en todo el mundo: “Vengan a mí, corderos míos, soy su Creador y los amo. Mi amor por ustedes me trajo al mundo, y sufrí todas las cosas por causa de su salvación, y quiero que todos conozcan mi amor, y digan como los Apóstoles en el Tabor: Señor, qué bueno es para nosotros estar contigo.”

Fuente: San Silvano el Athonita. Escritos IX.27