Sed de infinito y deseo de amar. Por Santa Isabel de la Trinidad

No necesito más que recogerme dentro de mí misma para hallarle en el fondo de mi espíritu, y este pensamiento me hace enteramente feliz. Ha excitado en mi corazón una sed tal de infinito y un deseo tan grande de amar, que solamente Él puede satisfacer.
Yo me dirijo a Él, a la manera que el niño pequeñito se dirige a su madre, para que Él colme mi corazón, para que Él me invada, para que Él se adueñe de todo mi ser y me tome en sus brazos. Tengo para mí que es preciso ser muy sencillos con el Señor.

Fuente: Santa Isabel de la Trinidad.  Carta N 57 del 15 de julio de 1903 al Canónigo Ángeles. En: Obras completas. Madrid. Editorial Espiritualidad. 1958.561.

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