Oh sangre eterna. Por Santa Catalina de Siena

Julio, mes dedicado a la Preciosa Sangre de Cristo

¡Oh sangre eterna! Digo eterna por hallarse unida a 
la naturaleza divina. El hombre que con tu luz ha conocido tu fortaleza, abandona su debilidad. Esa luz no se adquiere nunca sin el aborrecimiento de los propios sentidos, sino que por ellos se pierde la luz natural. ¡Oh dulce sangre que fortaleces al alma, la iluminas y la conviertes en angélica! La proteges de tal manera con el fuego de la caridad, que se olvida d e sí y no p u e d e mirar cosa alguna sino a ti (...).

Fuente: Santa Catalina de Siena. Oraciones y soliloquios. En Obras de Santa Catalina de Siena. Edición preparada por José Salvador y Conde. Madrid, BAC. 1996, p 471.

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