Lo que es la vida eterna. Por San Alberto Hurtado

La vida eterna es poseer a Dios… y llenar eternamente con nuevos y nuevos aspectos mi inteligencia sedienta de verdad. No es mirar y saciarme, sino penetrar y ahondar un libro inagotable, porque es infinito y mi inteligencia permanece finita. Es un viaje infinitamente nuevo y eternamente largo.
“¡Hoy estarás conmigo!”, le dijo Jesucristo al Ladrón (cf. Lc 23,43). No había para qué decirle: en el paraíso, porque estar con Jesucristo es el Paraíso. ¡Jesucristo! El corazón más noble, el
amigo por excelencia, en el cielo, junto a mí, será mi amigo. ¡Vivir,
es vivir con Él!
Los seres amados en Cristo, serán poseídos en Él también en el cielo. En el momento de la muerte, la ausencia estará terminada: Vivir, conversar, mirarse, unirse... sin que nada los separe, porque ambos amarán lo mismo, verán las cosas en la misma forma, no habrá el temor de una incomprensión, y nada, ni la muerte, que no existirá, ni el cansancio, ¡¡ni el sueño vendrá a turbar este amor que será eterno!!
¡Vivir! ¡Esto es vivir! ¡Señor que yo realice la verdad, para que llegue a tu luz!, luz indefectible, luz alegre, luz verdadera, ¡¡luz que es vida!!
¡Señor, yo quiero creer! para llegar a amar,
Señor, yo quiero creer, para poder alcanzar,
Señor, yo quiero creer, porque quiero vivir,
tu vida, contigo.
Con Jesucristo mi amigo, con mi Madre María,
con mis seres queridos, con tus Ángeles y Santos,
por siempre jamás.
Amén. Amén. Amén.

Fuente: San Alberto Hurtado. Extracto de "Vivir para siempre Meditación de Semana Santa", 1946 En:Un fuego que enciende otro fuego.Páginas escogidas de San Alberto Hurtado. Centro de Estudios San Alberto Hurtado Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago. 2004.89-90.

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